Las normas son de especial aplicación a las actividades de exploración, investigación, extracción propiamente dicha, preparación y beneficio de minerales, aprovechamientos de los residuos originados en las actividades mineras y a las actividades derivadas de la minería (rehabilitación, recuperación, acondicionamiento y mantenimiento de las infraestructuras, depósitos o terrenos).
Además, la estructura de indicadores se puede aplicar a minería de áridos, metálica, energética e incluso a operaciones concretas, como almacenamientos de mineral.