El agua es un recurso escaso y en determinadas actividades y zonas del mundo su escasez es una amenaza. Por ello hay una concienciación cada vez mayor sobre la necesidad de mejorar su gestión. La
verificación de la Huella Hídrica por un tercero independiente, conforme a referenciales mundialmente aceptados, permite calcular con precisión cuánta agua es necesaria para producir un producto o prestar un servicio, asegurando que la información es exacta, coherente y transparente.
La Huella Hídrica es un indicador global de la apropiación de los recursos de agua dulce. Así, para un producto, se define como el volumen de agua consumido tanto de forma directa en el propio proceso como de forma indirecta a lo largo de su cadena de suministro. Para poder realizar una correcta gestión del agua es fundamental conocer con minuciosidad cuánta agua es necesaria para la producción de un producto, a prestación de un servicio o la realización de un actividad por parte de una organización.
Existen principalmente dos esquemas de referencia para el cálculo y gestión de las Huellas relacionadas con el agua: el Water Footprint Network para el cálculo y gestión de la Huella Hídrica, y la norma ISO 14046 para el cálculo y evaluación de la Huella de Agua. Mientras que el primero (Huella Hídrica) se centra en la cuantificación del agua consumida, el segundo (Huella de Agua), de manera adicional, evalúa también los impactos ambientales asociados, bajo un enfoque de análisis del ciclo de vida.
El objetivo de la verificación de la Huella Hídrica y de la Huella de Agua es facilitar a las partes interesadas un juicio profesional e independiente acerca de la información y datos aportados respecto a ella y siempre bajo el esquema elegido.